Una amiga de 22 años me contaba con tristeza, que había tenido muy mala suerte en el amor. Me dijo que sus relaciones no habían llegado a nada serio y que, frecuentemente, se había quedado con el corazón roto. Ella me preguntaba cuál era el secreto para lograr una buena relación y un matrimonio exitoso.
Al no tener una receta a la mano, le hice algunas preguntas y de sus respuestas, pudimos sacar varias conclusiones:
1) Ella no sabe estar sola.
2) Si no está en una relación se siente mal.
3) Es insegura y posesiva con sus parejas
4) No sabe poner límites a la relación y lo más importante:
5) No se valora a sí misma.
Si le suena familiar, entonces escuche: cuando una persona no puede estar consigo misma, no se llega a conocer. Todos debemos pasar tiempo solos para conocer nuestras reacciones, nuestros límites y para no perdernos en la personalidad de una pareja, sino saber quiénes somos y lo que queremos.
Al evitar estar solos, no podemos entender ¿cómo es que otra persona quiere estar con nosotros? Y entonces nos volvemos celosos, queremos controlar cada movimiento de la otra persona y, finalmente, hacemos de su vida y la nuestra, un infierno.
La verdad es que la felicidad no está afuera, ni en poder de nadie. Nuestra felicidad es una decisión que depende de nosotros mismos. Mientras más la busquemos en otra persona, más nos frustraremos. Por algo dicen por ahí que más vale sólo, que mal acompañado.
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