Por Silvia Uribe
Los resultados de la elección pasada fueron históricos para los Latinos. Por primera vez, tres candidatos Latinos (Republicanos los tres), ganaron puestos a nivel Estatal. En Nuevo México, salió electa la primera gobernadora Latina Susana Martínez. Brian Sandoval también fue electo como el primer Latino que gobernará en Nevada y en Florida, Marco Rubio, fue electo como senador.
Sin embargo, en un reporte publicado por el “Pew Hispanic Center” la semana pasada también se indica que los Latinos siguen apoyando al partido Demócrata a nivel nacional. Los resultados al finalizar esta última elección mostraron que prácticamente el doble de Latinos 64% votaron por candidatos Demócratas comparados con un 34% que votaron por los Republicanos.
La mala noticia para todos nosotros es que el porcentaje de Latinos que votaron representó únicamente el 8% de los 19,346 millones de posibles votantes Latinos, a pesar que este año se esperaba que el voto Latino llegara por lo menos al 10% a nivel nacional.
Es frustrante el saber que los Latinos todavía no nos damos cuenta del poder que podríamos representar en esta nación simplemente con que saliéramos a votar en cada elección. Los temas de Inmigración, educación y otros, no serían necesariamente algo por lo que tendríamos que esperar a que nos “hicieran el favor” de atender. Los propios partidos estarían buscando cómo ganar nuestro voto haciendo lo necesario para quedar bien con los Latinos. Es decir, la situación cambiaría completamente.
Parecería que los Latinos nos encontramos en un círculo vicioso: Se dice que cuando las personas tenemos que preocuparnos por subsistir, por traer dinero para cubrir nuestras necesidades más elementales, no nos podemos dar el lujo de pensar en nada más. Esto es muy cierto. ¿Pero, si no nos preocupamos por votar por aquello y aquellos que nos pueden dar la posibilidad de salir de nuestros problemas, cómo saldremos de ellos?
El hecho es que sea necesidad, flojera, desinterés o ignorancia lo que nos hace no ejercer el poder que podríamos tener, la realidad es que no podemos culpar de todo a un partido por promover leyes como la SB170 en Arizona, sino que debemos aceptar nuestra responsabilidad y seguir trabajando para cambiar las actitudes que históricamente no nos han funcionado.
Si queremos cambios que nos beneficien a nosotros y a nuestros hijos debemos comenzar por cambiar nuestra actitud y votar, pues de lo contrario seguiremos obteniendo los mismos resultados y seguiremos sin avanzar en este país.