sábado, 30 de mayo de 2015

RECUERDOS....
















Y que pasa con los recuerdos que se olvidan?
Con los momentos  que vivimos y enseguida pasan,
De los que nada memorable se nos queda
Y que vivimos  sin darles la menor importancia?

Pues....

Se van al baúl de los recuerdos lerdos,
Al gran cosmos que habita en nuestra alma
A ese oculto mundo compuesto de misterios
En el que nada muere y todo se nos graba.

Y un día, así, sin darnos casi cuenta,
Aquel recuerdo olvidado nos asalta
Con una imagen, un sonido, una mirada
Y ese recuerdo que estuvo tan dormido

Esta vez, nos alegra las entrañas.

                                           Silvia Uribe

viernes, 9 de enero de 2015

SI YO MURIERA HOY....

(Del cajon de los recuerdos)
                 - o -

Si yo muriera hoy, tú que harías?
Quiza caerías en un pozo profundo,
Donde la oscuridad te abrace,
Donde la soledad te encierre,
Donde sientas que, como yo, ya no estás en el mundo.

Y verías sombras de dolor en tu cara,
O sentirías escalofrios de desamparo en tu cuerpo,
y puñaladas frías en tus huesos,
O es posible que no sientieras nada.

Pero, si me lo dejas a mi, te pediria….
Vive todo lo que yo ya no puedo
La vida es lo que mas he gozado en vida
Y me voy porque me tengo que ir, no porque quiero

Vive intensamente como yo viví, 
Vive agradecida como yo lo fuí,
Vive! que ya habrá tiempo para morir.

Y sabe que estoy satisfecha porque sentí,
Porque no me quedé con ganas de nada,
Y así como disfrute de la vida,
Estaré en paz en esta nueva etapa.

Aprende a ser felíz, sin ningún reparo,
Goza, ríe, haz ruido, llena el espacio
Observa, analiza, crece
Que yo estaré siempre a tu lado.

Si me lo dejas a mi te pediría….

Así como yo gocé la vida,
Tú también disfrútala tanto.

Silvia Uribe.

lunes, 27 de mayo de 2013





A MIS HIJAS…

SI PUDIERA SER TU, ME CAMBIARIA
PARA QUITARTE EL MIEDO DE LOS OJOS,
PARA SECARTE LAS LAGRIMAS DEL ALMA,
PARA LIMPIAR TU CAMINO DE ABROJOS
Y EVITAR LAS ESPINAS QUE TE MATAN.

SI PUDIERA SER TU, ME CAMBIARIA
PARA QUE NO DUDES DE TUS PASOS,
QUE CAMINES CON FUERZA HACIA ADELANTE,
SABIENDO QUE LLEVAS EN LOS BRAZOS
TU FUERZA Y TAMBIEN LA DE TU MADRE.

SI PUDIERA SER TU, ME CAMBIARIA,
PERO ESO ES ALGO QUE NO PUEDO;
SE QUE ERES PERFECTA COMO ERES,
INTELIGENCIA Y FUERZA COMBINADAS,
QUISE SER TU, PERO AL RECORDAR ESTO,
YA NO QUIERO.

Por Silvia Uribe

jueves, 18 de abril de 2013

UN MATRIMONIO EXITOSO


LO BUENO, LO MALO Y LO FEO.
Por Silvia Uribe



Al celebrar con mi esposo 31 años de matrimonio, varias personas me pidieron que compartiera nuestro “secreto” para tener un matrimonio exitoso. No existe tal secreto, pero les comparto algunos de mis pensamientos al respecto.
Casarse es un gran compromiso, como todos sabemos  y algunos lo hemos experimentado ya. Con frecuencia, sin embargo, vemos que dicho compromiso se rompe con tanta facilidad que el obvio que al menos una de las dos personas no estaba completamente comprometido. Particularmente para aquellos que, aún antes de casarse, ya están diciendo: “Si no funciona, me divorcio”.

El amor es muy importante, pero ciertamente no es suficiente para sostener un matrimonio durante toda una vida sin un real compromiso de ambas partes. He aprendido que la dedicación que se requiere para lograr que un matrimonio funcione, a veces va mucho más allá de lo que nosotros mismos nos consideramos capaces.
De ninguna manera estoy a favor de permitir que alguien nos falte al respeto o que abuse de nosotros ya sea física, emocional o espiritualmente, cruzando nuestros límites. El abuso nunca debe ser tolerado. A lo que me refiero es a esa clase de compromiso que nos da la fuerza interna que nos permite pelear, hasta límites desconocidos, para conservar una relación con una persona que vale la pena.

LO BUENO - Vayamos por partes. Digamos que los buenos momentos son aquellos en que todo va bien, cuando ambas personas están de acuerdo y, por lo tanto, no existen dificultades. Estos períodos suceden no solo al principio, sino también en otros momentos del matrimonio.

LO MALO - Después de algunas semanas o de algunos meses, cuando las diferencias con nuestra pareja se presentan, tratamos de ser tolerantes, pero no siempre es posible. Las diferencias – en educación y costumbres y debidas a esas tonterías que hacemos en nuestro diario vivir – llegan a ser insufribles. Los pleitos comienzan, los comportamientos pasivo-agresivos nos dominan y comenzamos reconsiderar nuestra decisión de vivir nuestra vida con una persona tan indeseable, que no escucha, no entiende, es egoísta y no desea cambiar.

Puesto que usar la lógica no funciona y gritar empeora las cosas, nos guardamos esos sentimientos, hasta que llega un día en que ya no aguantamos y entonces si que explotamos. Es entonces cuando nos planteamos la posibilidad de un divorcio. Sí, hasta los matrimonios más exitosos han pasado por estos períodos.
Desde mi punto de vista es, en esos precisos momentos, cuando se decide si un matrimonio va a ser exitoso o si terminará en divorcio.

El matrimonio es un contrato, después de todo. Aquellos que en ese momento se detienen para analizar por qué y para qué firmaron dicho contrato, tienen una mayor oportunidad de lograr la meta que se habían fijado: Estar unidos en las buenas y las malas. En un negocio, cuando firmamos el contrato, no lo hacemos pensando en que no tendremos problemas o que será fácil sacarlo adelante. Sabemos que se nos presentarán piedritas en el camino y hasta rocas enormes en algún momento; firmamos con la firme idea de superar lo que se nos presente para que tal negocio tenga éxito.

Habrán notado que utilizo la palabra exitoso y no duradero. Estas dos características de un matrimonio no significan lo mismo. Un matrimonio exitoso es aquel en que ambas partes valoran y disfrutan su vida en común a través de los años. Un matrimonio duradero pues existir aún si uno o los dos son miserables pero  ya sea presión familiar, costumbre o por razones económicas,  no se disuelve.

LO FEO - Pero todavía no hablamos de la parte fea del matrimonio, la cual yo considero que son esos períodos en que suceden cosas capaces de cambiarle la vida a la pareja y que casi siempre llegan inesperadamente. Esos momento en que parecería que no sólo el matrimonio se acabará, sino que el mundo se nos viene encima (hasta las parejas más exitosas pasan por estos períodos una o varias veces). Es en esos momentos cuando la pareja necesita la seguridad de que puede apoyarse en la otra persona hasta que pase la tormenta.

Los matrimonios exitosos y duraderos se pueden alcanzar. Todo depende de nuestra elección.  Quizá la persona que elijamos no sea la mejor parecida, la más graciosa o la más rica, pero tenemos que estar ciertos que esa persona tiene la capacidad de tener el mismo nivel de amor, respeto y compromiso que nosotros tenemos para trabajar en la relación. Entonces y solo entonces, nuestro matrimonio será lo suficientemente fuerte para sobrevivir lo bueno, lo malo y lo feo tomados de la mano con la persona que amamos.

jueves, 19 de abril de 2012

ARE WE THERE YET?


 By Silvia Uribe


Don’t get me wrong. The movie has what one can call a “happy ending," which I won’t spoil, in case you haven’t seen it. But, the more the movie progressed, the more I was subject to the unsettling feeling that this movie presaged some sort of reality the initial stages of which we are already living. Yes, I’m talking about the reality of our infamous “reality shows."


The parallels are stunning, if you think about it. People chosen to be a part of the entertainment have to do whatever the producers tell them in order to get the prize. Like in the movie, we reality show fans are avid consumers of whatever is sold to us as “fun to watch.” But – is it really? Or are we simply becoming insensitive, uncompassionate, and, to put it plainly, dehumanized beings? Is it right for us to laugh about other people’s misery, vices, depression, pain, or confusion?

Although I don’t watch a lot of TV shows in general, just by surfing the channels I’m aware of a number of them - which many times seem to be the only option available - that could very well be driving us to not think for ourselves, and to simply follow the path others draw for us. Here are some examples of what I’m talking about:

The Bachelor, and The Bachelorette – Self-abasement for fifteen minutes of fame.
Hoarders – Extremely depressed individuals who bury themselves alive.
Intervention – Drug addicts who at times consume in front of the cameras.
Jersey Shore – Low-living individuals with amazingly high levels of ignorance.
Wiped out – People risking their lives on a bad fall sparkled with snarky comments
Ultimate Fighter (UFC) – Pure bestiality.
Toddlers & Tiaras – Bordering on child abuse.
Sweet 16 – Brats’ empowerment at its best

Is this uplifting, positive, or even interesting? I venture to say that most of us don’t think it is. However, driven by a morbid impulse, we keep watching.

Who is to say that one of the Intervention participants won’t inadvertently overdose in front of the camera, or that one of the Jersey Shore cast members won’t badly hurt another one during one of their drunken brawls? What if one or more of the Wiped Out participants “accidentally” breaks their neck? Or if, while we’re watching, an ultimate fighter gets killed?

Will we stop watching then? Or are we going to coldly say that they knew what they were getting into? And will this explanation help convince us that we bear no responsibility whatsoever? Oh, wait a minute. Didn’t the husband of one of the Real Housewives commit suicide? Yes, he did.

To be fair, there are a few positive "reality" shows on the air, too. What Would You Do?Undercover BossRestaurant ImpossibleWhat Not to Wear, and a couple more. However, they don’t get half the attention from the media and the public as the other ones do.

At the pace we’re going, in not too long, our children may be “volunteering” for The Hunger Games. The question is whether we will – like the colorful people in the movie – still be watching.